Duelo

Perinatal

Un proceso invisibilizado que necesita encontrar su voz y lugar en la sociedad.

Por Vanessa Leighton C.

El dolor y la tristeza no se miden en semanas gestacionales. El estar viviendo un duelo perinatal es un impacto físico, emocional, psicológico y relacional enorme. Mereces compañia para atraver este camino.

No estás sola.

Se estima que uno de cada cuatro embarazos no llega a termino por diferentes causas, siendo lo más frecuente fallos cromosómicos en el bebé.

El 25% es un porcentaje alto, por lo cual se debería hablar mucho más sobre el duelo gestacional, donde la tristeza no es directamente proporcional a las semanas gestacionales.

Rompamos el silencio frente al duelo perinatal.

No hay bebé sin madre que lo gesta.

El duelo perinatal impacta a todas las personas involucradas, en especial a la pareja que estaba esperando a su bebé. La mujer y madre ha estado sintiendo los diferentes cambios asociados a su cuerpo, mente y emociones, por lo cual necesita ser vista y escuchada desde su perspectiva.


Imaginar al bebé durante la búsqueda y el embarazo es crucial, ya que es el punto de partida para establecer el vínculo entre la madre y su hijo o hija. Es esencial cuidar y reconocer la existencia del bebé que estuvo en gestación, lo cual resulta fundamental tanto para la madre como para su pareja durante este duro proceso.


Durante el duelo perinatal, se produce un conflicto entre lo que experimenta la madre en duelo y su entorno, ya que desafortunadamente la sociedad todavía no reconoce la vivencia de la maternidad o paternidad en casos de pérdida. Muchas relaciones, ya sean laborales, sociales o familiares, se sumen en el silencio o continúan como si nada hubiera ocurrido, a menudo por incomodidad o por la dificultad de abordar el tema, donde muchas veces es necesario solo escuchar de manera empática y activa.

Cuidemos de la salud mental durante este duelo.

Perder al bebé durante el embarazo es una situación inesperada que tiene un gran impacto en la salud mental de los padres. Este proceso de duelo se produce en un momento de cambios hormonales y neuronales propios del embarazo, lo que lo convierte en una experiencia única y distinta a cualquier otra vivida anteriormente. El duelo es doloroso, agotador y desconcertante, y en muchos momentos resulta aterrador emocionalmente, especialmente porque ocurre cuando la madre se encuentra en un estado psíquico sumamente especial, llamado transparencia psíquica. Durante el embarazo, se experimenta una sensibilidad emocional que se intensifica con la gestación, lo que incluye el acceso a recuerdos previamente olvidados, un aumento de la empatía y una mayor conexión consigo misma.

Las relaciones con los demás pueden complicarse debido a la falta de comprensión social en relación al duelo perinatal, lo que puede generar incomprensión y dolor.

Acompañamiento en los momentos de tristeza y miedo.

Varios estudios indican que, durante el duelo perinatal, es común que las madres y padres experimenten síntomas de ansiedad y depresión. Es fundamental brindar apoyo especializado en momentos de tristeza, desmotivación, dolor, enojo y pena. En terapia, nos ocuparemos de estos aspectos para que no dominen por completo esta experiencia ni cada minuto del día o la noche.

Sensibilidad al trauma.

Tras vivir una pérdida gestacional (sea cual sea la semana gestacional) es bastante común ver a madres, con síntomas de estrés postraumáticos como lo son tener pesadillas constantes, revivir momentos altamente estresantes o angustiantes, vivir con angustia día a día. Si te encuentras viviendo con alguno de estos síntomas es necesario que cuentes con un espacio psicoterapéutico donde puedas comentar lo que sucedió y validar tu experiencia.

Vida laboral de la mujer y madre en duelo.

Por un lado, las relaciones sociales en el ambiente laboral pueden no saber como abordar la temática, realizando comentarios fuera de lugar, muchas veces con la mejor intensión pero que resultan dolorosos.


En otro aspecto, regresar al trabajo a menudo se convierte en una fuente de estrés para las madres y padres que se encuentran en duelo, ya que están experimentando múltiples cambios que pueden resultar dolorosos y, en ocasiones, afectar la concentración y el rendimiento laboral. Hoy en Chile se encuentra en funcionamiento la Ley Dominga (nª 21.371) que vela el acompañamiento integral de las personas en duelo gestacional y perinatal, otorgando descansos o permisos laborales para ausentarse del trabajo, lo cual es un gran avance en la visibilización y derechos de las madres y padres en duelo. Puedes revisar la norma técnica aquí.

¿Se puede afectar la salud sexual durante el duelo gestacional o perinatal?

El duelo perinatal o gestacional se convierte en una crisis vital tanto en la persona como también en la pareja, lo que conlleva cambios en lo afectivo, sexual y comunicacional.


El embarazo, parto y puerperio son eventos sexuales, donde el cuerpo se encuentra como principal foco junto con las hormonas que van variando, cuando ocurre una pérdida gestacional el cuerpo y todo lo que rodea nuestra sexualidad se ve afectado, por lo que se debe entender que se transite por un silencio sexual de falta de deseo durante gran parte del periodo de duelo.


Se pueden experimentar diferentes miedos en la pareja a retomar las relaciones sexuales coitales por múltiples motivos, por lo cual es muy importante poder fomentar momentos de intimidad en la pareja mediante caricias, besos, conversaciones sobre lo que se está viviendo, todo esto de debe hacer respetando los tiempos de cada uno.

Duelo gestacional cuando estas en procesos de fertilidad asistida.

Al enfrentarte a la inesperada necesidad de un proceso de fertilidad asistida, es natural experimentar ansiedad y sentirse en shock. Este momento puede estar acompañado de un duelo particular, ya que implica dejar atrás la percepción de que concebir es algo sencillo. Vivir un duelo gestacional tras un proceso de fertilidad asistida es tremendamente doloroso, ya sea por las enormes expectativas, el dinero y tiempo invertido.


Lamentablemente, muchas mujeres que han pasado por tratamientos de reproducción asistida experimentan duelos gestacionales. En estos casos, la combinación de presión emocional, cambios hormonales y múltiples intervenciones médicas puede hacer que el duelo sea especialmente intenso. Es fundamental que estas emociones sean expresadas en un entorno seguro y libre de prejuicios, donde se pueda brindar el apoyo necesario para atravesar este difícil proceso.

La importancia de acompañar, escuchar e informar en psicoterapia.

Sentido, seguridad y soporte.

Tras la comunicación de la muerte gestacional, comienza un camino lleno de desafíos emocionales y físicos que requieren de un acompañamiento cuidadoso y compasivo. Es fundamental que durante este proceso las mujeres y sus parejas, si hubiese, reciban información clara sobre los protocolos a seguir, incluyendo los procedimientos médicos y legales necesarios. En los casos donde se requiere la preparación para el parto, es esencial ofrecer apoyo emocional, ya que este puede ser un momento profundamente doloroso y difícil de enfrentar. A través de acompañamiento psicoterapéutico enfocado en la empatía y el respeto a las decisiones de cada mujer, en un espacio donde ella pueda expresar sus miedos, dudas y sufrimiento.


Además, la realización de rituales significativos puede ayudar a darle sentido a esta etapa, liberando la culpa, permitiendo a las mujeres y sus familias honrar y recordar a sus seres queridos. Estos rituales son parte de un proceso de duelo que debe ser respetado y apoyado, ya que facilita la sanación emocional.


En los casos de interrupciones voluntarias del embarazo, es igualmente importante que las mujeres encuentren un entorno libre de prejuicios, donde se sientan seguras de explorar y procesar sus emociones.


La psicoterapia perinatal juega un rol crucial en este contexto, ofreciendo un acompañamiento profesional y comprensivo que ayuda a enfrentar y elaborar este duelo de manera saludable.

Embarazos arcoíris.

El nombre de embarazo arcoíris proviene de una, para mí muy linda, metáfora que refleja esta sensación agridulce en esta nueva gestación. Tras la lluvia o en la lluvia, sale el sol.

El embarazo en sí crea una vulnerabilidad especial en la mujer, por lo que debemos cuidar más aún la salud mental materna, esto ha sido también respaldado por evidencia científica, probando que estos embarazos necesitan de un cuidado especial.


Las mujeres madres que han vivido un embarazo arcoíris concuerdan en describirlo como una enorme ambivalencia y torbellino de sentimientos, entre alegría, esperanza y temor a que cualquier cosa pueda salir mal. Aquí se trabaja para que la culpa no aflore.


La experiencia clínica y diversas investigaciones demuestran que las madres de embarazos arcoíris presentan una mayor incidencia de ansiedad, síntomas depresivos y estrés. No estás sola.


En cuanto a los sentimientos hacia el bebé y la creación del vínculo, puede ser con bastante ambivalencia, lo que a menudo provoca el aplazamiento del deseo de hablarle al bebé o de imaginar cómo es él o ella. Esta es una situación que suelo acompañar con frecuencia.


El afrontar un nuevo embarazo tras una muerte perinatal suele ser un escenario muchas veces agridulce, por un lado la alegría de la gran noticia de un o una bebé en camino pero por otro lado viene la preocupación de volver a pasar por algo similar a lo ya vivido.


El cerebro y el cuerpo quedan bastante heridos tras vivir un embarazo que no llegó a término, pudiéndose generar varias alarmas en este nuevo embarazo, por lo cual se recomienda muchísimo buscar acompañamiento para lograr disfrutar este embarazo, fomentar el vínculo con el bebé y alivianar la ansiedad que se puede estar viviendo.

Estoy contigo en este difícil momento.


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